lunes, 11 de abril de 2011

“Cuando tienes claro un objetivo, el cómo llegar a él sale sólo”

Desde hace tres años se escucha por boca de todos la palabra crisis. Este mes de abril, España ha llegado a su récord histórico de paro, desde 1976: 4.010.700 personas. El sentimiento negativo y la desmotivación de la población aumentan, justamente lo contrario a lo que la física quántica y la ley de la atracción aconsejan hacer.

«Nuestro cerebro actúa como un imán y nuestros pensamientos emiten un tipo de ondas electromagnéticas que siguen la ley de causa-efecto. Atraemos a la realidad los pensamientos que tenemos», explica Marco Sapiña, un joven emprendedor, de tan solo 24 años, que actualmente trabaja realizando campañas de marketing on line, pero que desde los 16 ha tenido la inquietud de ascender lo más rápido posible en el mundo laboral, para poder crear una empresa.

El planteamiento que uno ha de tener parar lograr sus objetivos en la vida no es saber cómo vas a llegar a este objetivo, sino tener claro qué objetivo quieres conseguir. Lo más difícil, por tanto, es saber qué quieres hacer, pero «cuando tienes claro un objetivo, el cómo llega solo», porque uno sabe qué camino debe seguir y los pasos van saliendo por sí mismos.

El primer objetivo que le abrió paso en el mundo laboral, fue proponerse llenar una discoteca de tardes, que no abría en ese horario. Cuando dudas de que puedes conseguir algo, provocas que sea más difícil conseguirlo, así que el pensamiento que tenía era: «puedo conseguirlo». No se trata de pensar un día en ello, ya que «el pensamiento debe ser activo parar alcanzar lo que quieres».

Cuando logró llenar la discoteca, decidió ir a Londres en busca de oportunidades y la oportunidad le surgió en el mismo avión. Un hombre quería montar una empresa y necesitaba a alguien que se encargara de las ventas. De nuevo, el pensamiento fue: «yo puedo». «Esta actitud inicial es lo que fundamenta todo lo que puede pasar después».

Se dedicó a la venta directa durante un año, hasta que un día se propuso seguir en la empresa, pero sin ser él el que vendía, es decir, haciendo que otros vendieran por él. ¿Cómo conseguir a alguien que trabaje por comisiones, que esté motivado para vender y que, además, lo haga a puerta fría? «El cómo llega solo cuando sabes lo que quieres». Al entrar en la universidad para aprender más sobre marketing, había estudiantes que tenían tiempo y ganas de trabajar y él, una empresa y un producto. Así pasó de ocuparse de la parte comercial a la empresarial.

Un año y medio después la empresa cerró por circunstancias externas: Internet amenazaba con un modelo de negocio más competitivo. «Si no puedes con tu enemigo, alíate a él. Si Internet ya me había echado una vez de mi camino, podía volverlo a hacer y decidí entrar en Internet para dominarlo». El proceso se repite: primero hay que proponérselo y el cómo llega solo.

Volvió a España y se apuntó a una academia para certificar su nivel de inglés. El último día de clase, la profesora se interesó por lo que había hecho en Londres. La historia le sorprendió y avisó a la directora del centro y esta a su marido. Aquel mismo día le contrataron para llevar el marketing de un proyecto on line.

Un año y medio después, el proyectó funcionaba y, después de hacer varios cursos y sacarse un postgrado en marketing on line se hizo autónomo, se externalizó del proyecto de este cliente, captó a otros con los que actualmente trabaja y lo compagina trabajando en una agencia de marketing digital.

«Dicen que hay que estar en el momento y en lugar adecuado, pero si tú no sabes qué quieres no verás las oportunidades aunque las tengas delante».

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