viernes, 19 de noviembre de 2010

Fin de la neutralidad en la red

En la mesa política española entró el debate de la neutralidad de la red, pero parece que éste ha finalizado con un "adiós muy buenas". Desde el gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero se apoya su fin, ya que lo cataloga como un negocio que se puede categorizar y meter en un paquete para que las empresas puedan gestionarlo a su gusto.

Por lo que se ve, el PSOE considera que todos los clientes reciben un mismo trato. Pero, en realidad, cada uno paga en función de la velocidad contratada. Además, a pesar de que no suele haber un límite en cuanto a las transferencias, en ocasiones sí, como en las conexiones 3G y en algunos casos de banda ancha.

El problema es que el modelo actual no es lo suficientemente rentable y, por tanto, es mejor cambiar las reglas de juego y que las teleoperadoras actúen como jueces absolutos en el desarrollo de la sociedad. Es decir, que sean ellas las que creen paquetes de servicios que funcionarían de la siguiente manera: si un usuario quiere consumir el paquete de Facebook y Google, debe de pagar tanto por este paquete o, si quiere consumir Twitter y Youtube, otro.

Teniendo en cuenta que el uso de Internet ha sobrepasado las fronteras de la necesidad y se ha convertido casi en un derecho para muchas personas es suficiente con que los internautas paguen una cuota mensual para que puedan consultar libremente las páginas que quiera y tengan el poder de elegir si quierem leer determinadas páginas de pago quiere leerlas o no.